
El reflujo gastroesofágico (RGE) es una de las patologías digestivas más comunes, afectando a millones de personas en todo el mundo. En esta guía, dirigida especialmente a profesionales de la salud, exploraremos cómo diagnosticar y tratar eficazmente esta condición para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
¿Qué es el reflujo gastroesofágico (RGE)?
El reflujo gastroesofágico ocurre cuando el contenido gástrico regresa al esófago, causando síntomas incómodos y/o complicaciones clínicas. Si esta afección se presenta de manera crónica, se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Sintomatología
Los síntomas más comunes incluyen:
- Acidez (pirosis): sensación de ardor en el pecho.
- Regurgitación: retorno de alimentos o líquidos al esófago o cavidad oral.
- Síntomas atípicos como tos crónica, ronquera matinal y dolor torácico no cardíaco.
Según un estudio epidemiológico, la prevalencia global de la ERGE varía entre el 10% y el 20% (El-Serag et al., 2014).
Factores de riesgo
Algunos factores que predisponen al RGE incluyen:
- Obesidad
- Hernia hiatal
- Dietas ricas en alimentos grasos, cítricos y cafeína
- Tabaquismo
- Uso de ciertos medicamentos (ej. bloqueadores de canales de calcio, anticolinérgicos)

Diagnóstico de reflujo gastroesofágico
Historia clínica y examen físico
El diagnóstico comienza con un historial clínico detallado. Preguntas clave incluyen:
- ¿Desde cuándo presenta los síntomas?
- ¿Qué alimentos o actividades empeoran el malestar?
- ¿Se despierta por la noche debido a la acidez?
La respuesta a un tratamiento empírico con inhibidores de bomba de protones (IBP), en casos claros, también puede confirmar el diagnóstico.
Pruebas diagnósticas
En pacientes con síntomas severos, refractarios o atípicos, se recomienda realizar estudios complementarios:
- Endoscopía digestiva alta:
- Indicada para evaluar complicaciones como esofagitis, estenosis o esófago de Barrett.
- Cabe destacar que hasta el 70% de los pacientes con ERGE tienen una endoscopía normal (Vakil et al., 2006).
- pHmetría esofágica de 24 horas:
- Estándar de oro para confirmar exposición anormal al ácido.
- Puede complementar el diagnóstico en casos con endoscopía negativa y síntomas persistentes.
- Manometría esofágica:
- Útil en el diagnóstico diferencial para identificar trastornos motores como acalasia.
Manejo y tratamiento
El tratamiento de la ERGE se enfoca en el alivio de síntomas, prevención de complicaciones y mejora de la calidad de vida.
Cambios en el estilo de vida
Recomendar modificaciones en el estilo de vida es esencial:
- Elevación de la cabecera de la cama para reducir el reflujo nocturno.
- Evitar alimentos desencadenantes (grasas, chocolate, alcohol, cafeína).
- Reducción de peso en pacientes con IMC elevado.
Tratamiento farmacológico
1. Inhibidores de bomba de protones (IBP)
- Primera línea de tratamiento para la ERGE moderada a severa.
- Medicamentos como omeprazol y lansoprazol son los más utilizados.
- Duración inicial de 4 a 8 semanas.
2. Antiácidos y bloqueadores H2
- Pueden ser útiles para mitigar síntomas leves o episódicos.
3. Procinéticos
- Ej. metoclopramida puede ayudar en pacientes seleccionados, especialmente con motilidad gástrica afectada.
Tratamiento quirúrgico
La fundoplicatura laparoscópica es una opción para:
- Pacientes que no responden al tratamiento médico.
- Aquellos que no desean depender de medicamentos a largo plazo.
Técnicas más frecuentes:
- Fundoplicatura de Nissen (completa)
- Fundoplicatura de Toupet (parcial)
Complicaciones asociadas al reflujo gastroesofágico
No tratar la ERGE puede derivar en complicaciones graves, como:
- Esofagitis erosiva que afecta la mucosa esofágica.
- Estenosis esofágica, que puede causar disfagia.
- Esófago de Barrett, con riesgo aumentado de adenocarcinoma esofágico.
Por ello, es crucial un seguimiento adecuado, especialmente en pacientes con factores de riesgo para complicaciones.
Contribuciones futuras y recomendaciones
El manejo eficaz de la ERGE requiere un enfoque multidisciplinario que integre medidas preventivas, tratamiento personalizado y monitoreo continuo. Además, investigar terapias innovadoras como la ablación endoscópica para el esófago de Barrett podría revolucionar la práctica futura (Shaheen & Ransohoff, 2002).
Como profesional de la salud, reconocer los matices de esta patología es esencial para ofrecer tratamientos precisos que impacten positivamente en la vida de los pacientes.
Referencias
- El-Serag, H. B., Sweet, S., Winchester, C. C., & Dent, J. (2014). Update on the epidemiology of gastro-oesophageal reflux disease. Gut, 63(6), 871-880. https://doi.org/10.1136/gutjnl-2014-307453
- Vakil, N., van Zanten, S. V., Kahrilas, P., Dent, J., & Jones, R. (2006). The Montreal definition and classification of gastroesophageal reflux disease (GERD). The American Journal of Gastroenterology, 101(8), 1900–1920. https://doi.org/10.1111/j.1572-0241.2006.00603.x
- Shaheen, N. J., & Ransohoff, D. F. (2002). Gastroesophageal reflux, Barrett esophagus, and esophageal cancer. JAMA, 287(15), 1972-1981. https://doi.org/10.1001/jama.287.15.1972