México ha experimentado un aumento significativo en los niveles de obesidad. Según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), alrededor del 71.5% de los adultos en el país presentan un índice de masa corporal (IMC) elevado, lo cual representa un aumento del 12.6% desde 2006. Estas cifras reflejan la importancia de abordar este problema actualmente para prevenir futuras complicaciones de salud.[1]
¿Qué es la obesidad y cómo se diagnostica?
La obesidad es una condición caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede tener implicaciones graves para la salud.Se diagnostica comúnmente mediante la medición del Índice de Masa Corporal (IMC) [2].
Uno de los enfoques más efectivos para hacer frente a la obesidad es el manejo en la atención primaria. Este abordaje incluye un amplio espectro de intervenciones, desde el análisis de la alimentación hasta el consejo sobre actividad física, cambios en el estilo de vida y tratamiento farmacológico. Estas intervenciones son esenciales para identificar factores de riesgo y promover una mejor salud.[3]
Para un manejo exitoso de la obesidad en la atención primaria se deben proporcionar información fácilmente comprensible sobre cómo llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio y controlar el peso para prevenir la obesidad. Esta información debe ser proporcionada a todos los pacientes, independientemente del nivel de conocimiento previo sobre salud. [4]
Índice de masa corporal, ¿cómo se calcula?
La evaluación del Índice de Masa Corporal (IMC) es una herramienta básica en el manejo de la obesidad en la atención primaria. El IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la altura en metros al cuadrado (kg/m²).
Este índice proporciona una medida de la adiposidad general y se utiliza para categorizar a los individuos en diferentes niveles:
- Bajo peso (IMC<18.5)
- Peso normal (IMC 18.5-24.9)
- Sobrepeso (IMC 25-29.9)
- Obesidad (IMC ≥30).
Es importante realizar esta evaluación periódicamente, ya que una detección temprana de la obesidad permite la implementación de estrategias de control y prevención. El diagnóstico de la obesidad no es solo una cuestión de números. Los profesionales de la salud también consideran otros factores, como la distribución de la grasa corporal y los riesgos para la salud asociados.
Enfoque multidisciplinario para tratar la obesidad
En la lucha contra la obesidad, un enfoque multidisciplinario para el tratamiento es esencial. Este enfoque abarca la nutrición, el ejercicio, la terapia conductual y, si se requiere, la intervención farmacológica o quirúrgica.
Los dietistas y nutricionistas trabajan con el paciente para desarrollar un plan de alimentación saludable y alcanzable. Los profesionales del ejercicio físico diseñan programas de actividad física ajustados a las capacidades y metas del individuo.
Los psicólogos o terapeutas ayudan a los pacientes a enfrentar los desafíos emocionales y mentales que a menudo se asocian con la obesidad, y proporcionan estrategias para mantener cambios saludables en el estilo de vida.
En algunos casos, cuando dichas intervenciones no son suficientes, se puede recurrir a medicamentos o cirugía.[5]
Estrategias para combatir y prevenir la obesidad
Las estrategias más eficaces para prevenir la obesidad son:
- Alimentación equilibrada: Consumir una dieta equilibrada y nutritiva es fundamental para mantener un peso saludable. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), una alimentación saludable incluye el consumo de una variedad de alimentos que proporcionen los nutrientes necesarios, como las frutas y verduras, los granos enteros, las legumbres, las nueces y las proteínas magras.[6]
- Actividad física regular: La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana o 75 minutos de actividad intensiva, para mantener un peso saludable y prevenir la obesidad.[7]
- Descanso adecuado: Según la Clínica Mayo, el sueño inadecuado puede incrementar el riesgo de obesidad. Durante el sueño, nuestro cuerpo regula las hormonas que controlan el apetito, por lo que un sueño deficiente puede aumentar la sensación de hambre.[8]
- Manejo del estrés: El estrés crónico puede llevar a comportamientos que contribuyen a la obesidad, como comer en exceso. La Academia Americana de Médicos de Familia sugiere técnicas de manejo del estrés, como el yoga y la meditación, para ayudar a prevenir la obesidad.[9]
En conclusión, el manejo de la obesidad en la atención primaria es un desafío que requiere un enfoque integral y multifacético. El manejo eficaz de la obesidad en México y en todo el mundo no sólo depende de la alimentación equilibrada, la actividad física regular, el descanso adecuado y el manejo del estrés, sino también de la comprensión de los patrones de comportamiento y del apoyo continuo a los cambios en el estilo de vida.
Los tratamientos contemporáneos para la obesidad se centran cada vez más en adaptarse a las circunstancias individuales y ofrecer un apoyo personalizado, reflejando la naturaleza compleja de esta enfermedad y subrayando la necesidad de una atención sostenida y personalizada.
Referencias:
- Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). (2016). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016. Consultado en: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2016/index.php.
- Secretaría de Salud. (2021). Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes. Consultado en: https://www.gob.mx/salud/documentos/estrategia-nacional-para-la-prevencion-y-el-control-del-sobrepeso-la-obesidad-y-la-diabetes.
- Guía de Práctica Clínica. (2018). Diagnóstico y Tratamiento de la Obesidad en el Adulto. Consultado en: https://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/431_GPC_Obesidadadulto/GER_Obesidad_Adulto.pdf.
- Organización Panamericana de la Salud. (2017). Manejo de la Obesidad para el Equipo de Atención Primaria. Consultado en: https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&view=download&category_slug=non-communicable-diseases-9095&alias=35227-manejo-obesidad-atencion-primaria-962&Itemid=270&lang=es.
- Rivera, J.A., de Cossío, T.G., Pedraza, L.S., Aburto, T.C., Sánchez, T.G., Martorell, R. (2014). Childhood and adolescent overweight and obesity in Latin America: a systematic review. Lancet Diabetes Endocrinol. 2014;2(4):321-32. Consultado en: https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(13)70173-6/fulltext.
- Organización Mundial de la Salud. (s.f.). Alimentación sana. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet
- Organización Mundial de la Salud. (s.f.). Actividad física. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/physical-activity
- Clínica Mayo. (s.f.). ¿La falta de sueño es una causa de aumento de peso? https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/adult-health/expert-answers/sleep-and-weight-gain/faq-20058198
- Academia Americana de Médicos de Familia. (s.f.). Cómo manejar el estrés. https://www.aafp.org/espanol/bienestar/emocional-salud/estrés.html
