
El hígado graso no alcohólico (HGNA), una de las enfermedades hepáticas más comunes en la actualidad, ha ganado relevancia en la práctica clínica debido a su creciente prevalencia, especialmente en países con altas tasas de obesidad y síndrome metabólico. Esta patología, caracterizada por el depósito excesivo de grasa en los hepatocitos en ausencia de consumo significativo de alcohol, puede progresar hacia estadios más graves como la esteatohepatitis no alcohólica, cirrosis e incluso carcinoma hepatocelular.
En esta publicación, exploraremos los nuevos avances en el diagnóstico y tratamiento de HGNA dirigidos a los médicos especializados, con un enfoque en las últimas estrategias diagnósticas, herramientas innovadoras, y alternativas terapéuticas prometedoras.
Avances en el diagnóstico del hígado graso no alcohólico
El diagnóstico de hígado graso no alcohólico ha evolucionado notablemente en los últimos años. Anteriormente, la biopsia hepática era la técnica estándar para confirmar el diagnóstico y evaluar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, su carácter invasivo y ciertos riesgos asociados han llevado al desarrollo de métodos no invasivos más accesibles y precisos.

1. Biomarcadores séricos
Se han identificado biomarcadores séricos como herramientas prometedoras para detectar y monitorear el hígado graso no alcohólico. Paneles como el NAFLD fibrosis score (NFS) y el FIB-4 combinan parámetros clínicos y analíticos para evaluar la fibrosis sin necesidad de biopsia. Además, nuevos biomarcadores en desarrollo, como la citokeratina 18 (CK-18) o ciertas moléculas inflamatorias, ofrecen cada vez más potencial en el diagnóstico temprano.
2. Técnicas de imagen avanzada
- Elastografía transitoria (con FibroScan): Evalúa la rigidez hepática como indicador de fibrosis. Es una herramienta sencilla, accesible y actualmente de primera línea.
- Elastografía de onda de corte (SWE): Ofrece mayor precisión que la elastografía transitoria al capturar medidas directas de rigidez.
- RMN con espectroscopia por resonancia magnética: Aunque es más costosa, proporciona una evaluación cuantitativa de la acumulación de grasa hepática y es útil en estudios clínicos.
3. Inteligencia artificial y machine learning
El uso de algoritmos de inteligencia artificial (IA) empieza a jugar un rol clave en el diagnóstico. Modelos de IA alimentados con datos de imágenes hepáticas han mejorado significativamente la capacidad de identificar fibrosis y esteatosis de manera confiable.
Nuevos tratamientos para el hígado graso no alcohólico
Paralelamente al diagnóstico, las terapias para manejar y revertir el hígado graso no alcohólico han avanzado con investigaciones científicas en constante expansión. Hasta el presente, las recomendaciones estándar incluyen cambios en el estilo de vida, sin embargo, terapias más objetivo-específicas están en el horizonte.
1. Cambios en el estilo de vida
Los fundamentos terapéuticos siguen centrados en la pérdida de peso y la actividad física regular. Una reducción de peso mayor al 7-10% se asocia con mejoras significativas en la esteatosis, inflamación y fibrosis. Además, dietas específicas como la dieta mediterránea han mostrado beneficios notables.
2. Terapias farmacológicas emergentes
Aunque ningún fármaco ha sido aprobado específicamente para tratar hígado graso no alcohólico, se están investigando medicamentos prometedores.
- Agentes antidiabéticos como los inhibidores de SGLT-2 (p. ej., empagliflozina) han demostrado beneficios en la reducción de grasa hepática y mejora metabólica.
- Agonistas de GLP-1 como el liraglutide han mejorado la esteatosis y la fibrosis en ensayos clínicos.
- Nuevas moléculas, como los moduladores de FXR (receptor X de ácidos biliares) y los agonistas PPAR, están revolucionando las opciones terapéuticas con enfoques directos sobre la inflamación y fibrosis hepática.
3. Terapias basadas en microbioma
El papel creciente de la microbiota intestinal en la fisiopatología de HGNA señaló el inicio de terapias complementarias dirigidas a modular el microbioma intestinal, mediante probióticos, prebióticos y trasplante de microbiota fecal. Si te interesa el campo de la Neurogastroenterología, no te pierdas nuestros curso gratuito.
4. Procedimientos quirúrgicos
En pacientes con obesidad mórbida, la cirugía bariátrica sigue siendo una intervención que no solo mejora el metabolismo central, sino que también revierte significativamente el daño hepático relacionado con hígado graso no alcohólico.
Importancia de un enfoque interdisciplinario
El manejo de los pacientes impactados por hígado graso no alcohólico requiere un enfoque integral que combine la hepatología con otras especialidades como endocrinología, nutrición y psicología. Además, abordajes personalizados para ajustar terapias según el perfil metabólico de cada paciente se posicionan como una estrategia ideal.
El hígado graso no alcohólico, aunque comúnmente subdiagnosticado, se está convirtiendo en una prioridad global en salud pública. Los recientes avances en diagnóstico y tratamiento están equipando a los profesionales médicos con herramientas para abordar esta afección de manera más efectiva.
Promover conciencia, integrar nuevas tecnologías y aplicar un enfoque holístico son los pilares sobre los cuales construir mejores resultados para los pacientes. Como especialistas, nuestro rol es capacitarnos continuamente con estas innovaciones para liderar la lucha contra esta silenciosa pero grave enfermedad.
Referencias
- Eslam, M., Newsome, P. N., Sarin, S. K., et al. (2020). A new definition for metabolic associated fatty liver disease. Journal of Hepatology, 73(1), 202-209. https://www.journal-of-hepatology.eu/article/S0168-8278(20)30201-4/fulltext
- Gîlcă-Blanariu, G.-E., Budur, D. S., Mitrică, D. E., Gologan, E., Timofte, O., Bălan, G. G., Olteanu, V. A., & Ștefănescu, G. (2023). Advances in noninvasive biomarkers for nonalcoholic fatty liver disease. Metabolites, 13(11), 1115. https://doi.org/10.3390/metabo13111115
- Younossi, Z., Anstee, Q. M., Marietti, M., et al. (2018). Global burden of NAFLD and NASH. Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology, 15(1), 11-20.https://www.nature.com/articles/nrgastro.2017.109