
La conjuntivitis es una afección oftálmica común que afecta a personas de todas las edades y constituye una de las principales causas de consulta en el primer nivel de atención. Esta enfermedad inflamatoria de la conjuntiva puede deberse a causas infecciosas, alérgicas o irritativas y se presenta con síntomas clínicos característicos como hiperemia conjuntival, lagrimeo y prurito.
Este artículo revisa las bases clínicas para el diagnóstico de la conjuntivitis, enfatizando los métodos de diferenciación entre sus variantes etiológicas, e identifica las estrategias terapéuticas más actuales y recomendadas.
¿Qué es la conjuntivitis?
La conjuntivitis es un problema de salud pública de alta prevalencia, especialmente en contextos pediátricos y en ambientes con alta densidad poblacional. Esta condición puede generar incomodidad significativa y, en raros casos, complicaciones tales como queratitis o cicatrices conjuntivales.
Según datos recientes, se estima que la conjuntivitis infecciosa representa entre el 1% y el 4% de las consultas en servicios de atención primaria. A pesar de su prevalencia, el subdiagnóstico y tratamiento inadecuado son preocupaciones persistentes, lo que subraya la relevancia de educar a los médicos de primer contacto.
El diagnóstico correcto de la conjuntivitis implica la distinción efectiva entre conjuntivitis bacteriana, viral, alérgica y otras formas menos comunes, como las asociadas al uso de lentes de contacto o la exposición tóxica. Esto no solo mejora los resultados clínicos, sino que también reduce la prescripción innecesaria de antibióticos.
Etiología y Diagnóstico Diferencial
Conjuntivitis Bacteriana
La conjuntivitis bacteriana se caracteriza por la presencia de secreción purulenta o mucopurulenta, junto con hiperemia conjuntival. Suele estar causada por patógenos como Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae. El diagnóstico es clínico en la mayoría de los casos, aunque en casos severos o refractarios, el cultivo conjuntival puede ser útil para guiar el tratamiento.
Conjuntivitis Viral
Causada generalmente por adenovirus, la conjuntivitis viral se asocia con secreción acuosa, sensación de cuerpo extraño y linfadenopatía preauricular. Puede estar acompañada de síntomas sistémicos como fiebre o faringitis. Las pruebas rápidas de antígenos virales, aunque no siempre disponibles, representan un enfoque prometedor para confirmar el diagnóstico.
Conjuntivitis Alérgica
Frecuente en pacientes con antecedente de atopia, la conjuntivitis alérgica se manifiesta con prurito, hiperemia bilateral y secreción acuosa. El diagnóstico es clínico y puede requerir pruebas específicas para identificar alérgenos desencadenantes en casos graves o recurrentes.
Conjuntivitis Tóxica o Irritativa
Esta variante ocurre por exposición a sustancias químicas o irritantes como cloro o productos cosméticos. Se caracteriza por conjuntivitis no infecciosa y suele resolverse con la eliminación de la exposición al irritante.
Tratamiento
El manejo de la conjuntivitis en el primer nivel de atención debe ser etiológicamente dirigido.
- Bacteriana: La elección de antibióticos tópicos, como fluoroquinolonas o aminoglucósidos, depende de la epidemiología local.
- Viral: El tratamiento es predominantemente sintomático, incluyendo compresas frías y lágrimas artificiales. En casos severos, se ha documentado el uso de corticoides tópicos bajo estricta supervisión.
- Alérgica: El tratamiento incluye antihistamínicos tópicos y estabilizadores de mastocitos. En cuadros graves, pueden requerirse esteroides tópicos de baja potencia.
- Tóxica o irritativa: La eliminación de la exposición al agente causal es clave, junto con el uso de lágrimas artificiales para aliviar los síntomas.
Actualizaciones sobre la Conjuntivitis
Estudios recientes muestran que el 85% de los pacientes con conjuntivitis bacteriana leve a moderada logran resolución completa con el uso de antibióticos tópicos en un lapso de 5 a 7 días. Por otro lado, hasta un 90% de los casos de conjuntivitis viral son autolimitados en 10 a 14 días, lo cual recalca la importancia de evitar el uso innecesario de agentes antimicrobianos.
Discusión
Los hallazgos actuales resaltan la importancia de un diagnóstico preciso en la conjuntivitis para evitar tanto el tratamiento inapropiado como las complicaciones secundarias. A pesar de los avances en las herramientas diagnósticas, como las pruebas de PCR para patógenos virales, su disponibilidad en el primer nivel sigue siendo limitada en muchas regiones. Comparado con estudios previos, los tratamientos modernos, particularmente para la conjuntivitis alérgica, han demostrado mayores tasas de eficacia y seguridad.
La conjuntivitis continúa siendo una condición prevalente en el ámbito de atención primaria que requiere un enfoque diagnóstico y terapéutico sólido. Es crucial fomentar la educación médica continua y la investigación para desarrollar mejores herramientas diagnósticas y terapias más eficaces.
Referencias
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